La Canción y el Arte Propuesta

Introducción

El propósito de este blog es el de crear un espacio de reflexión y discusión acerca de la iniciativa de la Canción Propuesta, iniciativa para la renovación de la canción de autor, también conocida como canción de autor, canción social o nueva canción, base a su vez de lo que podría denominarse Arte Propuesta, para incluir en ese proceso todas los demás ámbitos de actividad artística en la literatura, en la poesía, en las artes visuales y en las artes escénicas.

Carlos de Avila & Illamantu en Mestizo Peña Bar

La idea central de la Canción Propuesta es la de servir de vehículo de expresión de los nuevos principios de aplicación social y de las nuevas realidades existentes en el mundo que apuntan inequívocamente a la construcción de un nuevo orden de cosas como desarrollo del paradigma central de la unidad en la diversidad, apartándose para siempre de todos los focos de división y conflicto que aquejan a la sociedad humana, en términos políticos, sociales, religiosos, nacionales, étnicos, raciales, clasistas o grupales. La unidad en diversidad significa armonía plena de elementos diversos, requisito fundamental para el buen funcionamiento y la consecución de fines de cualquier organismo o sistema complejo, en el mundo natural y en el mundo de la sociedad humana.
La visión principal de todo este fenómeno es la realización de un doble proceso en el mundo: de una parte, la desintegración o destrucción de un viejo orden de cosas que ha tenido su fundamento en el conflicto y en la división, en la conquista, en la imposición, en la competencia, y de la otra, la integración o construcción de un nuevo orden basado en la unidad, la paz y la justicia, sobre fundamentos de interacción, interdependencia, reciprocidad, cooperación y servicio, en todos los órdenes de la vida humana, en todos los ámbitos de acción de la humanidad, ya sean políticos, económicos, sociales y culturales, en el plano de las ideas, las creencias y las doctrinas, en la filosofía, en la ciencia y en la religión, en fin, en todas las expresiones del espíritu humano.

Como desarrollo del principio de la unidad en la diversidad, han surgido muchos otros principios presentes en la construcción de ese nuevo orden mundial: la libre e independiente búsqueda de la verdad, la unicidad de Dios y la unidad de todos sus Mensajeros, lo que conlleva a la unidad esencial de todas las religiones, la armonía entre el conocimiento científico y espiritual, la igualdad absoluta de hombres y mujeres, la superación de todo prejuicio racial, nacional, ideológico o religioso, la armonía del hombre con la naturaleza, el pleno fortalecimiento de la comunidad local como instancia fundamental de relación de los individuos entre si y a la vez la construcción progresiva de una mancomunidad mundial representativa de toda la humanidad, la educación integral obligatoria para todos los seres humanos, el aseguramiento de una vida digna para todo habitante del planeta, sobre la base de que cada ser humano existe bajo el fideicomiso de la totalidad, un tribunal de justicia mundial, un sistema único de moneda, pesos y medidas, un idioma auxiliar internacional obligatorio, y muchos otros principios que deben garantizar la paz, la justicia y la unidad de todos los hombres sobre la tierra.

La Canción Propuesta, debería, en consecuencia, sobre la base de un contenido profundamente humano y poético en el texto, con diversidad de manifestaciones musicales, rítmicas, tímbricas, armónicas y melódicas, servir de recreación de todo el proceso de construcción de ese nuevo orden mundial, en medio del inmenso proceso de sufrimiento y desconcierto que la humanidad se encuentra viviendo en la actualidad, denunciado los problemas que nos aquejan pero visualizando las soluciones, como bálsamo y como camino.

Se trata, en suma, de conservar el anhelo de transformación individual y social presente en la canción de autor o canción social, que durante décadas nos ha brindado un puñado extraordinario de autores y canciones de enorme calidad, pero superando cualquier visión de solución basada en el conflicto por causas ideológicas o dogmáticas, al entender que sólo la plena expresión de la diversidad humana en armonía, o sea la unidad en diversidad, puede ser el escenario donde exista la solución de los problemas de la civilización mundial en que vivimos.

Planteamiento de la situación

La magnitud de los problemas del hombre y de la humanidad en esta hora es enorme, de modo que, por doquier, es muy fácil encontrar razones para la desesperanza, la indiferencia y la desolación. Pero si comprendemos la perspectiva de que todos esos problemas son parte de un mundo viejo que se está “enrollando” porque no se corresponde, en absoluto, con las necesidades de la inmensa mayoría de los habitantes de este planeta , y de que al mismo tiempo, gracias a las potencialidades latentes que existen en el mundo y a los paradigmas y principios que dan génesis a su expresión, un nuevo orden de mayor justicia está siendo desplegado en su lugar gracias a la intervención de una “minoría creativa” cada vez más creciente e influyente, tenemos todas las razones para la esperanza y para activar al máximo el esfuerzo cooperativo de todos los seres humanos conscientes de las necesidades de nuestra época y de sus posibilidades reales de realización.

De esta manera, el arte actual –en sintonía con el verdadero proceso latente en el mundo entero– ya no debe concentrarse sólo en describir los problemas humanos por más grandes y dolorosos que ellos sean, sino en visualizar y recrear las alternativas existentes para darles un impulso definitivo. En consecuencia, creemos en la necesidad y viabilidad de un arte, en cuanto a su contenido e intencionalidad, que pueda caber en una diversidad muy amplia de formas artísticas, como desarrollo de los fundamentos y aplicaciones del paradigma de la unidad en la diversidad, arte que en consecuencia estamos denominando Arte Propuesta.

Unidad en la diversidad

Precisamente, el marco conceptual del proyecto, y por lo tanto el fundamento del Arte Propuesta, está construido a partir del reconocimiento y la búsqueda de aplicación social del paradigma de la unidad en la diversidad, el que a su vez origina el paradigma orgánico y sistémico del mundo, que empezó a tomar fuerza a mediados del siglo pasado y que se ha visto reflejado, paulatinamente, en una revolución silenciosa pero profunda en todos los campos del quehacer humano: el pensamiento, la cultura, la ciencia, la filosofía, la religión, la política y la economía; en la sociedad en su conjunto; en la relación del hombre con el medio ambiente; en la educación, el papel de las mujeres y, en suma, en la forma en que los seres humanos habitantes de este planeta nos vemos unos a otros y nos relacionamos personal y culturalmente.

Unidad en diversidad significa, en términos generales, armonía entre elementos diversos como base para la existencia y el funcionamiento de cualquier sistema complejo, ya sea físico, humano o social, y es el requisito para que el todo funcione en forma adecuada y exprese sus potencialidades latentes gracias al aporte de cada una de sus partes o elementos diversos; así, como efecto de la sinergia, el todo resulta ser mucho más que la suma de las partes. Por lo tanto, tenemos que comprender y aceptar dos postulados esenciales: el primero, que es imposible que el todo –o conjunto– funcione adecuadamente si sus partes o elementos no están fortalecidos, si no están en proceso de desarrollo de sus potencialidades; y el segundo, que para que estos elementos diversos cumplan su funcionalidad única e irremplazable dentro del todo, deben actuar en conjunción, en armonía, o sea en unidad.

Desde el funcionamiento de un ecosistema hasta el funcionamiento del organismo humano y el de cualquier entidad social eficiente tal como una orquesta, un equipo deportivo o una empresa moderna, requieren de la unidad en la diversidad como principio inherente, y su carencia explica por qué, en la actualidad, la sociedad humana en su conjunto no se desarrolla según sus potencialidades ni permite el desarrollo armónico y equitativo de sus miembros, puesto que lo que prima o se impone mayoritariamente es, o bien el esquema de la unidad en la uniformidad, con la imposición uniforme y autoritaria de modelos, culturas y sistemas que perpetúan el desequilibrio entre países e individuos, o bien el esquema de la división en la diversidad, que deriva en un caos creciente e imparable ya que sacrifica la posibilidad de cualquier acción unificada y armónica del conjunto.

La concepción anterior así como toda la fundamentación del marco conceptual de la propuesta, tienen su origen en Bahá’u’lláh, en sus principios, sus enseñanzas y en el conjunto de su vida y de su obra, la de sus sucesores y la de las instituciones y la comunidad mundial que él fundó y que la han continuado durante más de 150 años, manteniendo la unidad y presentándose al mundo como el modelo de realización práctica de su visión y sus principios.

Bahá’u’lláh vivió durante el siglo XIX y el impacto creciente de su obra, que abarca todos los aspectos de la vida y la sociedad humanas, así como de la naturaleza y de la realidad física y espiritual, es sin duda el hecho más notable de nuestro tiempo, pues constituye la mayor fuente de guía y conocimiento para comprender la raíz de los problemas de la humanidad, para encontrar la respuesta a los grandes dilemas de todas las épocas y culturas, y para desarrollar los principios y las herramientas necesarias dirigidas a la solución de todos los problemas que nos aquejan, y poder enfrentar así los retos del futuro gracias a la visión que formuló, en consonancia con las fuerzas liberadas para la era iniciada con su misión, era que corresponde, según sus palabras, a la madurez de la humanidad.

La última morada de Bahá'u'lláh en Bahji

Con respecto a la unidad, Bahá’u’lláh expresó: “El bienestar de la humanidad, su paz y seguridad son inalcanzables, a menos que su unidad sea firmemente establecida”. Así, puso punto final a la discusión sobre qué es primero o más importante para conseguir la paz, si la búsqueda del orden, de la estabilidad social y de la seguridad, o si el esfuerzo de procurar la aplicación de la justicia y la equidad a todos los miembros de la sociedad para el logro del bienestar general, pues elevó a la unidad a la categoría de prerrequisito para el logro de los demás fines. Los sucesos de la humanidad durante el siglo pasado y los primeros años de este siglo le han dado la razón, pues hoy comprendemos que sin un esfuerzo conjunto de todas las estructuras sociales, políticas y económicas de la humanidad, esfuerzo dotado de las herramientas y capacidades necesarias, no podemos solucionar ninguno de los problemas globales que nos afectan, comenzando por el problema ambiental y siguiendo con la guerra, el terrorismo, la pobreza, la marginación y todos los desequilibrios de un orden que satisface solo las necesidades de una minoría de la humanidad.

Como consecuencia de lo anterior, la igualdad de mujeres y hombres, el equilibrio en la relación del hombre con el medio ambiente, la superación de los prejuicios de raza, clase, nación o credo, la eliminación de los extremos de riqueza y pobreza, la armonía entre el conocimiento científico y espiritual, la búsqueda libre e independiente de la verdad, la educación integral, física, intelectual y espiritual del ser humano, la valoración plena de la diversidad cultural, la superación de los dogmatismos ideológicos y políticos, los esfuerzos por dotar al mundo de una estructura de administración de sus asuntos en forma colectiva y en beneficio de todos sus habitantes, resultan ser expresión del paradigma de la unidad en la diversidad, para que todos nos veamos como partes inseparables del cuerpo de la humanidad, sin que por ello tengamos que perder nuestra individualidad ni nuestra autonomía.

Haciéndonos eco del concepto del estudioso de la historia de las civilizaciones, Arnold J. Toynbee, estamos a las puertas de construir, por primera vez en la historia, una civilización de carácter mundial y, como ha sucedido una y otra vez, cada proceso civilizatorio ha requerido de una minoría creativa con una visión común, inspirada en principios espirituales de aplicación social conducentes a la transformación de muchos seres humanos, sus valores y sus costumbres, visión que es aceptada progresivamente por la sociedad hasta cuando se convierte en la alternativa frente a la crisis del sistema vigente que conducirá hacia su derrumbe inevitable. Estamos plenamente convencidos de que los jóvenes de nuestra sociedad colombiana, si reciben el incentivo de una nueva visión y de un fin positivo y posible en proceso de construcción, pueden convertirse en parte de esa minoría creativa transformadora. Y qué mejor que el arte para construir una visión tal y recrear este sueño y este esfuerzo.

La Justificación y el Papel de la Canción y el Arte Propuesta

  • La necesidad de hacer visible una iniciativa de singular importancia para la sociedad, ya que tiene la potencialidad de recrear valores y principios positivos en medio de un mundo caótico y sin rumbo, que no ofrece alternativas a la crisis que vivimos y que no hará sino acrecentarse aceleradamente con el paso del tiempo.
  • En medio de la desazón y de la sin razón, de la falta de oportunidades, la violencia, el facilismo y el oportunismo reinantes, del desperdicio de talentos y el sacrificio de sueños, urge permitirle a los jóvenes el protagonismo que merecen y necesitan para construir una nueva sociedad y aportar su creatividad, su iniciativa y su fuerza inagotable en beneficio de todos, y vemos con optimismo que el proyecto tiene la potencialidad de crear las condiciones para que ello sea posible.
  • Carlos de Avila & TrovasónLas formas vigentes de entretenimiento y la industria de la música, el mundo del espectáculo, las telenovelas, los realities, los concursos radiales y televisivos y en general todos los medios comunicaciones y digitales tienen un efecto nocivo directo en la juventud, y también en el resto de la población, pues los valores implícitos en los mensajes son asimilados en forma de modelos mentales pre-racionales o automáticos que modelan percepciones, actitudes, motivaciones y conductas de manera muy profunda.
  • El materialismo rampante y el apego a lo mundano, el consumismo y el hedonismo, la banalización de las relaciones humanas, incluyendo el amor y las relaciones sexuales íntimas, la ausencia absoluta de un sentido de transcendencia , el individualismo y el egoísmo, la incomprensión de los aspectos espirituales del hombre y la sociedad, los prejuicios sociales, son entre otros los valores en boga de los productos culturales y comunicacionales, que originan un profundo vacío casi nunca reconocido conscientemente. Y como respuesta a este vacío abundan las recetas y las soluciones facilistas que hacen su agosto, como sucede con casi toda la literatura motivacional, con las fórmulas utilizadas para ganar adeptos religiosos y políticos, con las filosofías de la nueva era, con el esoterismo light.
  • Y cuando no satisfacen las respuestas del sistema vigente, surgen otras salidas para la energía rebelde represada: la violencia juvenil, la drogadicción, el alcoholismo, el sexo desenfrenado, los embarazos precoces, y en un grado cada vez más creciente, el suicidio. Creemos firmemente que el arte propuesta puede contribuir a cambiar progresivamente este panorama.
  • La canción propuesta está enmarcada en el género de la canción de autor, que se diferencia del pop en general, porque realiza un énfasis particular en los contenidos, es decir, en el texto, sin desmedro de la calidad musical, un texto que siempre tiene una gran calidad literaria, muchas veces poético y profundo y que siempre expresa preocupaciones y dilemas de hondo contenido humano, personal y social. Por ello ha recibido, en ocasiones, la denominación de canción social (que no es lo mismo que decir canción política o de protesta, aunque éstas hayan tenido particular vigencia en algunos países y en algunas épocas). En cuanto a lo musical, la canción de autor se nutre de diversas influencias y fusiones, tanto del folclor como del jazz, el rock, el blues y el mismo pop, entre otros géneros, con una importante complejidad armónica y riqueza rítmica pero sin concesiones al facilismo melódico.
  • No se tiene noticia, de que en habla hispana, al menos en el ámbito de los países latinoamericanos, exista otra iniciativa similar en el mundo de la música o del arte, y es muy probable de que no es más que cuestión de tiempo para que las diversas formas de expresión artística, tanto literarias como plásticas, escénicas y visuales, y por supuesto la música, asuman gradualmente la visión, los principios y las prácticas de este marco conceptual nuevo, tan caro a las necesidades de toda la humanidad. Partimos de la convicción, surgida de ensayos similares, de manera incipiente aun, por artistas de otras disciplinas, de que el modelo desarrollado para la Canción Propuesta, con su visión y sus fundamentos, es válido también para las demás artes, cada cual con sus formas de expresión particular y su propio lenguaje, para que en poco tiempo podamos estar hablando entonces de un Arte Propuesta.
  • Finalmente, el Arte Propuesta permite toda la diversidad posible de expresiones formales, siempre y cuando se respeten los límites de la moderación, del buen gusto y del respeto. En realidad, el Arte Propuesta hace referencia al contenido, a la intención, al mensaje que se transmite con la obra artística, es decir, a los valores y principios en juego, lo que permite de una parte una firmeza sustancial, una base de principios y valores de carácter universal, base que es el fundamento de la unidad, y de la otra, una flexibilidad necesaria para permitir toda la expresión posible de la diversidad existente.

Lo que el Arte Propuesta debe reflejar:

En la Canción y en el Arte Propuesta no existen reglas fijas, no hay fórmulas, no hay recetas, solo ejemplos o modelos de lo posible, sólo recreación de la visión y los principios enunciados arriba, que buscamos presentar a grandes rasgos en los siguientes puntos.

Su paradigma fundamental es el de la unidad en la diversidad y, por lo tanto, cualquier forma de expresión artística bajo el Arte Propuesta debe tener, como fin último, desarrollarlo sin violar en forma alguna sus postulados, aplicaciones o principios complementarios. Como explicamos, según este paradigma la realidad del mundo natural, humano y social resulta de la armonía de elementos diversos con plena igualdad de oportunidades para poder aportar todo su potencial al desarrollo del conjunto.

Centro Mundial Bahá'í en Haifa

Los principios fundamentales derivados de la unidad en la diversidad, y que por lo tanto, forman también parte del marco conceptual del Arte Propuesta son los siguientes:

  • La unidad orgánica de la humanidad, lo que implica la superación de todo tipo de prejuicio o discriminación por cualquier causa: raza, nacionalidad, credo, oficio, edad, etc.
  • La libre e independiente búsqueda de la verdad, partiendo de que cada ser humano tiene la facultad de investigar la verdad de algún asunto puesto a su consideración. Este principio es fundamental para superar el adoctrinamiento y el proselitismo en cualquiera de sus formas, y todo tipo de partidismo, sectarismo o dogmatismo ideológico, político o religioso.
  • La igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres, prerrequisito para que la humanidad logre el desarrollo de todas sus potencialidades latentes y su progreso armonioso.
  • La armonía del hombre con la naturaleza, lo que conlleva el respeto de los procesos naturales y la investigación profunda de los modos de vida sostenibles y sustentables.
  • La armonía y complementariedad entre el conocimiento material (científico) y el conocimiento espiritual (religioso). Los dos conocimientos son progresivos: el primero mediante la investigación y el segundo mediante la revelación, y los dos son caras de la misma moneda.
  • La unidad de todas las religiones reveladas, en la comprensión de que cada una de ellas representa una etapa en la evolución espiritual de la humanidad y en el reconocimiento de que todas tienen los mismos fundamentos y que sólo difieren en aspectos no centrales de sus doctrinas, al tiempo de reconocer que han servido de base a las grandes transformaciones sociales de la historia, aspecto no muy aceptado.
  • La eliminación de los extremos de riqueza y pobreza, garantizando que cada ser humano tenga acceso a los medios para vivir una vida digna, pues cada hombre y mujer vienen al mundo bajo el fideicomiso del conjunto.
  • La educación integral de los seres humanos, física, intelectual y espiritual, como derecho inalienable que debe ser garantizado por el conjunto de la sociedad.
  • El fortalecimiento de las comunidades locales, gracias a creación de estructuras e instituciones que garanticen los derechos y la participación de cada uno de sus integrantes sin importar su posición social o económica, o el grado de influencia que pueda tener en forma individual o asociada.
  • La consulta, concebida como el principal medio para la búsqueda cooperativa de la verdad y la toma colectiva de decisiones, es la herramienta fundamental para la construcción de la unidad en la diversidad pues, de una parte, permite la expresión de la mayor diversidad de aportes y, de la otra, garantiza la unidad del conjunto social una vez que una decisión es tomada, ya que exige el apoyo de todos los integrantes, así inicialmente no hayan estado de acuerdo con ella.

Lo que el Arte Propuesta debe evitar

El Arte Propuesta se plantea en términos positivos, afirmativos, bajo la comprensión de que así como la oscuridad es la ausencia de luz y la ignorancia ausencia de conocimiento, la presencia de valores negativos en las expresiones culturales en boga resulta de la falta de valores positivos en consonancia con el proceso de construcción de un nuevo orden en el mundo. Sin embargo, en aras de una mayor claridad, podemos identificar algunas posibles expresiones y contenidos que el Arte Propuesta debe evitar, entre ellas:

  • La personalización de las críticas cuando se haga referencia a los problemas del mundo o de la sociedad (no se puede atacar, por ejemplo, a un gobernante con nombre propio, a un determinado partido o a un grupo específico).
  • La toma de partido por uno de los grupos contendientes en el mundo, ya sea en términos ideológicos, políticos, religiosos o sociales, ya que precisamente el nuevo paradigma parte de la necesidad de construir un mundo completamente nuevo, donde la unidad (que es contraria por definición a parte) es la pauta principal para la superación de todos los problemas y la llave para alcanzar todos los retos de la humanidad.
  • La defensa de cualquier interés personal o de grupo, puesto que la única defensa posible es la de todo el cuerpo social, o sea la de todos los integrantes de la comunidad en particular y de la humanidad en su conjunto.
  • El ataque, en cualquier forma, a cualquier grupo social, a cualquier credo, a cualquier etnia, raza, país, cultura, así sea en forma sutil o indirecta.
  • La utilización de lenguaje procaz, agresivo, burlón o irrespetuoso, al igual que la utilización de lenguaje explícito que sobrepase los límites de la moderación, el pudor o el buen gusto.

Espero que esta presentación suscite un importante proceso de reflexión y de debate alrededor de este tema y que muchas personas pudieran ir mucho más allá en términos de concepción y puesta en práctica de esta o de otras propuestas similares.

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